El vino dulce Ribeiro: Armán Doce, está elaborado por Casal de Armán. Que la sustraen de unas viejas viñas, que están situadas en el Valle del Avia.

El tipo de uva Moscatel es la que se elige para elaborar este vino dulce. A la hora de vendimiar esperan a que su punto de maduración esté en su punto. Después de haber seleccionado los racimos más aptos. Seguidamente, se prensa la uva previamente congelanda a -20ºC, eso hace que la fermentación sea lenta, parada de fermentación por concentración de azúcares. Una vez terminado todos los procesos, se deja reposar en el depósito y se procede a embotellar. Finalmente, después de embotellar, se vuelve a dejar reposar hasta la salida al mercado.

Es un vino perfecto para tomar en el aperitivo, en vez de tomar un vermú; como postre, acompañado por un trocito de bizcocho; se puede tomar a media mañana o tarde, como uno se pide un vino. Es bastante versátil a la hora de tomar.

Si queréis probar un vino dulce Ribeiro: Armán Doce, es el elegido. Si no es el único del mercado, es de los pocos que están en el mercado. No se puede desaprovechar esta ocasión de probar algo diferente del Ribeiro. También se está volviendo a recuperar el vino tostado, que antaño se producía bastante. Pero son dos vinos distintos; los dos tiran al dulce, pero la gran diferencia es por el tipo de uva, generalmente el tostado, lo suelen elaborar con el tipo de uva Treixadura.

Un resumen escueto, sobre el vino tostado: se deja los racimos a secar, para que la uva pase a ser «uva pasa» y de ahí prensan las uvas y sigue otros procedimientos. En cambio, el vino dulce, se elabora como el vino, pero lo que hacen es congelar las uvas a una temperatura controlada para frenar la fermentación. De esa forma consiguen una concentración de azúcares para que el vino sea dulce.

¡¡Lo mejor es probarlo, si eres amante de bebidas dulces, le va a gustar este vino Armán Doce!! Es un vino que se aprecia una sinfonía de fruta blanca madura y tropical, donde en boca es goloso, untuoso con un tacto muy agradable. Que al final deja un sabor muy delicioso en boca, que invita a tomar otra copa. No se hace pesado, es una forma de darse un caprichito al cuerpo.