El vino Veigamoura es un Albariño elaborado con uvas de producción propia por la bodega homónima.

La vendimia se realiza manualmente y la uva se procesa en bodega antes de transcurran 6 horas desde su cosecha. En bodega, la uva sufre una suave y prolongada presión para liberar la pulpa sin extraer flavonoides del hollejo, ni enriquecer el mosto con compuestos que aportarían al vino astringencia y sabores herbáceos.

A continuación, el mosto permanece en desfangado estático a baja temperatura hasta alcanzar los niveles de turbidez adecuados. Posteriormente, separan el mosto de los fangos para sembrar el pie de cuba con levaduras autóctonas que lo transformarán en vino.

Que el mosto fermente con levaduras autóctonas significa tener que aumentar la vigilancia y los cuidados durante el proceso de fermentación. A cambio el vino tendrá una nota que lo distinguirá de aquellos fermentados con la misma cepa de levadura comercial.

Finalizada la fermentación alcohólica, se trasiega el vino, separando las lías finas de las gruesas y aportando las primeras al vino, para iniciar su crianza.

Durante meses, el vino destinado a Veigamoura permanece sobre lías, realizando “batonnage” una o dos veces por semana. Esta crianza laboriosa, que exige el saber de personas experimentadas, hará que los aromas sean más nítidos y lo protegerá de oxidaciones.

Concluida la crianza con “batonnage”, el vino se separa de lías, permanece tranquilo en la cuba 8 meses y 6 meses en botella antes de proceder a su comercialización.

Un proceso tan complejo y cuidado tiene como fin hacer un vino que refleje todo el potencial de las uvas y que lo guarde en el tiempo.